conoZe.com » Historia de la Iglesia » Historia de la Iglesia » Introduccion » §2.- Articulacion de la Historia de la Iglesia

I.- Articulacion Objetiva

1. El acontecer histórico-eclesiástico se nos presenta inicialmente con una multiformidad abigarrada, en los más variados escenarios y las más diversas zonas y tiempos. Mas esta multiformidad no es algo inconexo. De principio, ya hay una fuerza que atenúa e incluso supera toda digresión; es la persona del fundador de la Iglesia, a la que todos siempre se han remitido y con la que han relacionado su patrimonio religioso. Además, según las fuentes del NT, como ya hemos dicho, la Iglesia es un todo, un organismo. Y de esta unidad y totalidad orgánica siempre ha tenido conciencia, una conciencia que ha ido en aumento, cierto, pero que ya era asombrosamente intensa en los primeros tiempos del cristianismo. Su historia, en consecuencia, es también una unidad, que se basa en el único fundamento que es Jesucristo, su obra, su doctrina y su fundación, y que siempre gira en torno a los mismos temas que ya él propuso e impuso como tarea.

Sin embargo, dado que la Iglesia, aun siendo obra de la gracia divina, se presenta en hombres mortales y hechos pasajeros condicionados por el tiempo, su vida y consiguientemente su historia son asimismo múltiples no sólo en el sentido de la multiplicidad antes mencionada, sino en el sentido estructural, esto es, como desenvolvimiento de planos estructurales diversos. Desde este punto de vista, se puede articular la historia de la Iglesia en: a) la vida fundamental, b) la vida interna y c) la vida externa de la Iglesia.

2. La vida fundamental de la Iglesia es el elemento divino que hay en ella, la Iglesia tomada en sentido estricto; es el cuerpo místico de Cristo en cuanto que vive de la gracia divina, independientemente de la índole religioso-moral de sus miembros, esto es, la gracia misma; es la verdad objetiva y la santidad objetiva de la Iglesia, jamás empañadas por la sombra del error y del pecado.

De esta vida fundamental brota, con la colaboración de los miembros de la Iglesia, su vida interna y externa.

A la vida interna de la Iglesia pertenece cuanto la Iglesia hace desde su propio centro, independientemente de la «sociedad perfecta» (el Estado) que existe a su lado, y sin referencia «al mundo»; es, pues, su vida en lo que atañe a la esfera directamente religiosa. De la vida interna de la Iglesia forman parte, por ejemplo, su vida de piedad sacramental y extrasacramental, sus actividades caritativas, su teología; en suma: la conciencia religiosa que de sí misma tiene la Iglesia.

A la vida externa de la Iglesia pertenecen sobre todo sus relaciones con el Estado y con el mundo, y consiguientemente con la cultura y con otras religiones, así como su propagación externa. «Externa» no quiere decir simplemente ni exclusivamente «exterior». Dado el carácter misionero inmanente al cristianismo, las relaciones de la Iglesia con el Estado, el mundo y la cultura son esenciales para su vida.

Para entender la historia de la Iglesia y la Iglesia misma es de suma importancia distinguir en las manifestaciones de la Iglesia actual los planos de la vida histórico-eclesiástica que acabamos de indicar y, sobre todo, descubrir su íntima conexión recíproca.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=4868 el 2006-07-21 11:59:22