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La comunión temprana

Colección de textos y documentos eclesiásticos sobre la edad de la Primera Comunión en los niños.

«Convencido de que es indispensable dejar entrar a Jesús en el corazón de los niños antes que entre Satanás», el cardenal Bernardino Echeverría Ruiz, OFM, arzobispo emérito de Guayaquil, recomienda la extraordinaria recopilación«de textos y documentos eclesiásticos sobre la edad de la Primera Comunión en los niños», editada por la Asociación «Dio é Padre -Casa Pater», de L-Aquila, Italia, publicado también en español.

La introduce el Padre Andrea D´Ascanio OFM Cap, y sabe lo que dice, porque como fundador de la «Armata Bianca» la asociación internacional de niños, establecida en Taranto, Italia, en febrero de 1973, como consecuencia de los «insistentes pedidos» de San Pío de Pietrelcina, quien había afirmado «Los niños salvarán al mundo», y por el P. Pío Dellepiane, OFM Cap, ambos a su turno, sus directores espirituales, ha palpado la experiencia de llegar a los niños en las escuelas y en las parroquias para presentarles a ellos el mensaje de Fátima, invitándolos a decir su «sí» personal, con el cual se consagran al Padre Dios, en María. La Armada Blanca, desarrolla su actividad en varios países alrededor del mundo, pero sobre todo en Italia, en donde, en estas ya cerca de4 décadas ha llegado a incontables niños, con una respuesta positiva y fructífera.

Juan Pablo Magno concedió una audiencia especial a 10.000 niños de la Armada Blanca, que llegaron hasta la Sede de Pedro junto a su fundador el 27 de mayo de 1989.

Padre Andrea D´Ascanio, comienza citando el Decreto «Quam Singulari» del Papa San Pío X, con el cual el Pontífice estableció que los niños fueran admitidos a la Primera Comunión a la edad de siete años, cuando la edad media para recibir la Comunión era de 12 – 14 años.

El gran cardenal Rafael Merry del Val, es citado con el siguiente testimonio: Muy a menudo (San Pío X) me hablaba de la necesidad de hacer hacer la Primera Comunión a los niños muy pronto con el fin de que el Señor tomara posesión de sus almas antes de que entrara en ellas el pecado. Por esta razón tuvo algunas oposiciones que surgían de antiguos prejuicios, pero él mantuvo, y con felices resultados, las disposiciones tomadas.

La inavalorable «colección de textos eclesiásticos» recoge in extenso el Decreto «Quamsingulari Christusamore» de San Pío X, junto a otros documentos y comentarios eclesiales, incluida la catequesis de Juan Pablo Magno sobre los «Niños en el corazón de la Iglesia»; la «Carta a los niños» del mismo Pontífice publicada en la Navidad de 1994 y como colofón el escrito «Aspectos psicológicos» con la firma de los psicólogos Ugo y Alessia Zimei.

Es una llamada de atención sobre la Primera Comunión de los niños de 7 años, que en la vida del mundo católico se está perdiendo.

San Pío de Pietrelcina después de examinar a muchos niños la fe infantil, administró frecuentemente la Confesión y la Santa Comunión. Él «estaba convencido de que los inocentes corazones deberían pronto recibir a Jesús en la Santa Comunión».

Los evidentes motivos son:

1.- Jesús anhela tener cerca de sí a los pequeños.

Del particular afecto que Jesús tuvo en la tierra para con los niños testimonian claramente los sagrados Evangelios, de los cuales se deduce como Él gozaba de encontrarse en medio de ellos, como solía imponerles las manos, apretarlos contra su pecho y bendecirlos, soportando a duras penas que ellos fueran rechazados por sus discípulos a quienes dirigió aquellas graves palabras: «Dejad en paz a los niñitos y no les impidáis que se acerquen a mí; ya que de ellos es el Reino de los Cielos» (Mc 10,13-16). Y demostró bastante la importancia que Él daba a su inocencia y candor, cuando después de llamar consigo a un niño dijo a los discípulos: «En verdad os digo que, si no os volviereis como niños, no entraréis al Reino de los Cielos. Por tanto todo el que se haga pequeño como este niño, ese será el más grande en el Reino de los Cielos, y cualquiera que acoja en mi nombre a un niño como este, me acoge a mí mismo». (Mt 18,3-5) (Quam Singulari).

2.- La Iglesia quiere un tiempo oportuno para la Primera Comunión.

Desde un principio, la Iglesia consideró bueno dar a los más pequeños la Sagrada Comunión. Incluso hoy, todavía en la iglesia oriental, a los niños de pecho se les administra juntamente con el Sacramento del Bautismo, la Santa Comunión.

El Concilio de Letrán en 1215 determinó que cada fiel que llega a la edad del discernimiento, se confiese y al menos en la Pascua de Resurrección reciba la santa Comunión.

3.- La edad del discernimiento o uso de razón, demuestra ese tiempo oportuno.

Los fieles, en cuanto alcancen la edad de la discreción, están obligados, al menos una vez al año, a confesarse y comulgar. Es decir que, cuando el niño ha alcanzado el uso de razón, comienza su obligación de cumplir el doble mandamiento de la Confesión y la Comunión Eucarística.

Luego, los niños alcanzan ese derecho cuando demuestran razonabilidad, es decir discreción. Los más acreditados estudios de psicología, psiquiatría y pedagogía muestran que los niños están alcanzando esa discreción cada vez más rápido, 5, 6 años.

4.- Los tiempos actuales, exigen que se haga la Primera Comunión oportunamente.

Como dice el Papa: «Todo lo primero queda eternamente».Hoy en día, aún los niños de temprana edad se encuentran ante un ambiente peligroso. ¿Qué mejor para los niños consecuentemente, que darles en este tiempo de peligro esa unión íntima con el Señor?

¿Por qué se retarda tanto hoy en día la edad de la Primera Comunión, cuando el Maligno ha tomado un lugar en el corazón de los jóvenes pon incalculables daños a su inocencia y su pureza?

Sabemos cómo Don Bosco reprendía fuertemente a aquellos que retardaban la edad de la Primera Comunión.

El libro, recoge asimismo los artículos del Código de Derecho Canónico vigente que demuestran también esa urgencia pastoral, como resulta en los cánones 913 y 914,

Al cumplirse el centenario de l Decreto de San Pío X, en agosto de 2010, el Papa actual ha ratificado el deseo de la Iglesia de que los niños reciban la Primera Comunión una vez llegados al uso de razón.

En tal sentido, los padres de familia pueden libremente llevar a sus niños a la Comunión temprana. Su responsabilidad está claramente dicha en el canon 914.

Es que, entre Jesús y el niño todo es claro: amor se recibe y amor se da. Así, no es la edad la que señala el momento en el que Cristo Eucaristía puede reinar en el corazón puro de los niños, sino cuándo el niño puede hacer ese distingo.

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