conoZe.com » Actualidad » PC y Multiculturalismo » Globalización, diálogo, profecías

Cristianismo, Islam, secularismo (y III)

Como puede deducirse de lo dicho en las dos entregas anteriores, uno de los asuntos claves en ese diálogo va a ser el de los derechos de la persona, que obviamente dependen del concepto que se tenga de la misma. Más que la teología —para los secularistas sería un campo ficcional y para los musulmanes una disciplina donde no caben las aportaciones de la razón— el punto de intersección entre las tres cosmovisiones será la antropología, y en este sentido me parece que los cristianos contamos con la ventaja de llevar desarrollando el pensamiento personalista desde hace varias décadas. Ahora sólo nos falta saber hacerlo llegar a secularistas y musulmanes y presentarlo como terreno común. Nuestra reflexión sobre la naturaleza humana tiene que ser una de las prioridades claras, y al mismo tiempo debe ser holística como orgánica es también cada persona, evitando cualquier tipo de reduccionismo, sea biológico o espiritualista, sociológico o psicológico, culturalista o performativo. Hemos de saber presentar al hombre en su contexto y en su organicidad individual; sólo así —porque es lo obvio— podremos obtener frutos de nuestros 'diálogos antropológicos' con musulmanes y secularistas. Ubicar en este contexto los debates sobre la familia y la sexualidad humana debería ser otro de los objetivos prioritarios de los pensadores cristianos.

Más difícil —pero no imposible— veo el diálogo de las tres cosmovisiones a través de la razón y la filosofía, porque tanto el secularismo como el Islam las entienden de forma diferente al cristianismo. Sabemos que para el cristianismo, en general, la razón guiada por la fe es un instrumento fiable para llegar a la verdad. Por su parte, el secularismo apuesta o por el racionalismo a ultranza sin darse cuenta que la propia razón es limitada (y las contradicciones de los sistemas filosóficos secularistas- -Hume, Kant, Hegel, Marx, Freud, Nietzsche— deberían abrirles los ojos) o por una afirmación del relativismo que es contradictoria en sí, pues obviamente no se puede afirmar lo relativo. Por su lado, el Islam, con su concepción de un Dios voluntarista y ultratrascendente o, todo lo más, con la aceptación de una doble verdad al modo averroísta, no parece ofrecer campo común para ese diálogo. Para encontrar un campo común quizá haya que desarrollar una filosofía de corte pragmático-idealista, es decir que pueda explicar metafísicamente el comportamiento cotidiano y universal en que van a estar interactuando los individuos de las tres comunidades.

Se ha dicho también que la globalización será un espacio vinculado al poder de la información, y que la forma y la habilidad para presentarla y comunicarla constituirán otro de los ejes para definir ese mundo social. En este sentido las ideas o valores que definen a las tres cosmovisiones estará siempre en el aire y el riesgo radicará en funcionar con estereotipos y acusaciones gratuitas o precipitadas, más emocionales que intelectuales. Habrá que evitar entonces la demonización automática del 'otro', el espíritu de revancha, los estereotipos, las equivalencias entre lo individual y lo general, o entre la conducta del individuo y la cosmovisión en que se mueve. Por desgracia sabemos que un grado alto de educación no está ni estará al alcance de todos y por eso los generadores de esas referencias (intelectuales, académicos, artistas, etc.) y los vehículos de las mismas (medios de comunicación, editoriales, etc.) deberán empeñarse en esa tarea y ser los primeros en comprometerse. Por nuestro lado los cristianos tendremos una obligación especial de conocer bien las doctrinas de las otras "ortodoxias" para poder mostrar sus lagunas e incoherencias, y al mismo tiempo conocer muy bien la nuestra para mostrarla en todo su atractivo. El conocimiento de los textos fundacionales (la Biblia, el Corán, la filosofía secularista) será otro de nuestros deberes. Lo que en ese estado de información globalizada no debe darse, porque sería una obvia y peligrosa desventaja, es la existencia de cristianos desinformados y sin capacidad para generar y/o filtrar la avalancha de información que va a caracterizar las próximas décadas.

Otra de las estrategias para el diálogo será la creación o publicitación de referencias de conducta y aquí creo que de nuevo los cristianos estamos en una clara ventaja, pues Jesús y sus imitadores más cercanos (los santos) se presentan como personas realmente completas y humanamente encandiladoras. Conocer bien sus vidas y enfatizar en función de nuestro interlocutor sus virtudes humanas o la profundidad de su relación con Dios será otro de los caminos especialmente apropiados. También creo que nos encontramos en situación de ventaja porque cuando el Islam proponga como referencias a Alá y Mahoma, los secularistas y cristianos deberán recibir explicaciones racionales del porqué, pues sus mentalidades no les permiten una aceptación acrítica de ambos. Por su lado, ¿quiénes pueden los secularistas contrastar con Jesucristo o los santos? ¿los ganadores de los Óscar?, ¿un premio Nóbel como José de Echegaray? ¿científicos o deportistas con talentos pero sin virtudes?. Sé que ahora estoy siendo un poco reduccionista y malintencionado, pero cualquiera ve que el mundo secular no cuenta con una referencia personal única y excelsa comparable a la nuestra, y por tanto no estará de menos hacerles ver ese vacío aunque nos toque aguantar de forma periódica campañas corrosivas como la de El código da Vinci. En otras palabras, los secularistas usarán la cultura y la ciencia como referencias últimas, pero difícilmente podrán identificar una persona como modelo universal de conducta; es una de las limitaciones inherentes al individualismo y al humanismo terreno de su sistema. La vida civil será nuestro campo de batalla en este sentido. En esa vida -el trabajo, la diversión y el ocio, las relaciones sociales- es donde cada cristiano debe convertirse en la réplica de Jesús con la que tienen que convivir seculares y musulmanes, porque a éstos no les llegará de forma tan impactante, continua e inmediata por ningún otro camino.

Finalmente creo que habrá que estar atentos a otros dos fenómenos, el de las polarizaciones y el de las "conversiones". El primero se refiere a la radicalización de posturas en cada una de las mentalidades como recurso instintivo de defensa. En este sentido, habrá que estar preparado para denunciar las posibles implicaciones violentas de las mismas y en el caso cristiano ser muy consciente de que nuestro punto de llegada ha de ser muy diferente. Y es que sabemos que el cristiano sólo puede ser radical en el amor desinteresado y en el perdón, y nunca ni interna ni externamente debe ceder al odio, al rencor o a la violencia. Es aquí donde interiormente podremos crecer más porque obviamente es una de las situaciones que más hace que nos parezcamos al Crucificado. En cuanto a las "conversiones" o adopciones personales de una cosmovisión distinta a la previa, cabe aventurar que ese mutuo y triple contacto va a generarlas de forma continua y en todas las direcciones. De nuevo, la ventaja estará, tanto a nivel individual como colectivo, en saber cómo publicitarlas y en el prestigio humano del nuevo converso. En este sentido, el cristianismo y en particular la Iglesia, tiene igualmente una larga tradición de conversiones «de calidad" que debe saber difundir y poner a circular en el sistema informativo globalizante y presentar como diferentes a las "conversiones" al Islam o al secularismo, pues sin duda alguna la conversión y perseverancia en el cristianismo implica la elección de una nada fácil vida de continúa lucha por la mejora interior y el compromiso cívico que creo inexistente en las otras dos cosmovisiones.

Resumiendo entonces, es obvio que el encuentro de las tres cosmovisiones va a provocar una amplia serie de encuentros y desencuentros que no van a estar exentos de tensiones pero tampoco de frecuentes y fructíferas reconciliaciones. A la Iglesia como institución y a los cristianos como personas nos corresponde ubicarnos con naturalidad y sana ambición en ese proceso inevitable y más lleno de oportunidades que ningún otro periodo de la Historia para llevar el mensaje del Maestro hasta el último rincón de la Tierra.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=8058 el 2008-02-13 22:59:10