conoZe.com » Baúl de autor » Remedios Falaguera Silla

El amor de una madre

Este domingo, El País ha publicado un reportaje titulado «Dos mujeres contra el odio» en el que nos relata brevemente las aventuras y desventuras de la madre del asesino De Juana.

A pesar de lo que se diga, no tengo muy claro si los responsables del medio son conscientes de su repercusión politica . Personalmente, creo que no, para que nos vamos a engañar, pero me ha llamado tanto la atención el respeto y la delicadeza de su autor, que por una vez y sin que sirva de precedente , me gustaría aprovechar mi columna para felicitarles no solo por la forma del articulo sino también por su contenido.

Desde mi punto de vista, en este reportaje no solo se ve reflejado aquel refrán que dice «Los padres construyen, los hijos destruyen» sino que resulta un canto al amor, al dolor y a la nobleza humana de una madre ante los errores y horrores cometidos por su hijo.

Me pongo en la piel de esta mujer y me sobrecoge pensar en su angustia al comprobar con desconsuelo, por una parte, a un hijo ruin, perverso y ofuscado por el odio; y, por otro, el dolor, la tristeza y la desolación causada a victimas inocentes por alguna razón incomprensible para ella. Y me la imagino en la intimidad de su habitación gritando en silencio: ¡Cuanta sangre derramada, Dios mio! ¿En qué ser diabólico se ha convertido mi pequeño?

¿Cuántas lagrimas habrán corrido por sus mejillas al ver como todas aquellas horas de cariño y de buenos consejos, todas aquellas ilusiones que había puesto en su pequeño se desvanecían con el paso de los días?

¿Cuántas horas habrá pasado repasando su vida y la de su hijo intentando descubrir en qué había fallado en la educación de sus hijo y buscando un porque a tanta maldad, tanta crueldad?

Tal vez, cuando se enteró que su hijo había sido detenido por asesino se le paso por la cabeza presentar la renuncia, escapar, dimitir. Pero del oficio de madre no se dimite porque el amor materno dura hasta la muerte. Ni siquiera cuando tu hijo asesina , injuria y se burla del dolor ajeno con indiferencia y crueldad .Al contrario, en esos momentos, se asume en silencio y con el corazón desgarrado la responsabilidad del hijo, dispuesta a reprocharle su conducta con firmeza, pero sin abandonarle.

¿Cuántas veces se habrá dirigido a Dios pidiéndole con desesperación «Dios mio, Dios mio, perdónale porque no sabe lo que hace»?

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=6301 el 2007-02-13 16:35:09