conoZe.com » Ética Natural » Aborto

Los «progres» de la Tierra

En España llevamos, sólo desde 1985, cuatro veces más víctimas de aborto que de la guerra civil

Escribo esto cuando todavía no ha saltado la noticia del ahorcamiento de Sadam Hussein. La sentencia, ya inapelable, establece que ha de ejecutarse al condenado antes del 25 de enero, así que en cualquier momento se puede dar a conocer su cumplimiento. Personalmente creo que no hay que descartar que el dictador iraquí ya haya sido ajusticiado, y que las actuales autoridades estén calculando el momento menos conflictivo para darlo a conocer.

Si traigo este caso aquí no es para comentar el caso de Sadam Hussein, sino para llamar la atención del lector sobre algunas reacciones escandalosas que se han producido en España a este propósito, cuando se conoció el veredicto condenatorio emitido por el tribunal de apelación iraquí.

Los tertulianos radiofónicos progres, esto es, los que se dejarían desollar vivos antes de que les llamasen carcas o reaccionarios, se apresuraron a desarrollar, con unos u otros adornos, el siguiente discurso: «Si alguien merece ser ahorcado es un dictador desalmado como éste, y como muchos otros (aquí, cita de Pinochet, a veces con lamentación implícita de que se haya muerto en la cama, como le pasó también a Franco). Pero yo soy contrario a la pena de muerte, incluso para un genocida como Sadam, así que preferiría una condena a cadena perpetua, aunque sería leve en proporción a lo que él hizo».

Tal vez algún lector se pregunte por qué califico a este discurso como escandaloso, cuando si le quitamos algún tic típico de la progresía, como es la diferente vara de medir a los dictadores del mundo según su mayor o menor aversión a los Estados Unidos, parece muy defendible, tiene todas las trazas de ser una toma de posición de principio y no sólo oportunista o circunstancial, como ocurre, por ejemplo, con los que son abolicionistas, porque la estadística demuestra que la ejecución del reo no tiene ningún efecto disuasorio o ejemplar; la argumentación de los tertulianos está contra la pena de muerte porque nadie es dueño de la vida de nadie, aunque se trate del peor de los criminales.

Quien así piense ha caído en la trampa dialéctica de este discurso de apariencia ética y realidad hipócrita, que rechaza la pena de muerte de los culpables, pero no porque la vida humana se considere intangible e indisponible, sino porque el abolicionismo suministra ese barniz moral que no dan otras actitudes hacia nuestros semejantes, como ocurre con las leyes sobre aborto provocado o sobre producción y sacrificio de seres humanos en los laboratorios.

El aborto es el precio desagradable que hay que pagar por mantener el dogma de la mal llamada liberación sexual de la mujer; y la matanza de embriones es la contrapartida de los posibles efectos beneficiosos de su experimentación con ellos.

No exagero nada. Tómese el discurso progre sobre la pena de muerte, aplíquese en todos sus términos al aborto o la manipulación de embriones, y se verá que es aplicable de la cruz a la raya, literalmente.

Es más: resulta más precisamente aplicable al aborto que a la pena capital, porque en esta última cuestión cabría tener en cuenta, en algunos casos extremos de asesinos en serie, terroristas o genocidas, un criterio de proporción entre el delito y la pena, circunstancia que de ninguna manera puede tenerse en cuenta con las víctimas de un aborto, seres indefensos, inocentes de toda culpa y, para mayor escarnio, víctimas de la decisión de una madre sometida a fuerte tensión y de la acción de un profesional que les da muerte a sangre fría mediante precio.

Pero es que, además, ninguna práctica como el aborto ha producido mayor matanza jamás. Desde la sentencia Roe versus Wade de 1973, en Estados Unidos las víctimas de los abortos suman una cifra varias veces mayor que la de muertos en todas las guerras desde la creación del país.

En España ya llevamos, sólo desde 1985, cuatro veces más víctimas de aborto que de la guerra civil. Y todo eso, que es extensible a todo Occidente, ocurre gracias a leyes impulsadas siempre por los progres de la Tierra, obsesionados por no ser tildados de seguir los preceptos morales del cristianismo. Los progres de la Tierra, esos residuos sólidos urbanos de la historia del pensamiento humano.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=6113 el 2007-01-12 14:07:10