conoZe.com » Actualidad » Educación

Defender a nuestros hijos: una tarea urgente

Velar por los valores que consideramos vitales en la sociedad, requiere nuestro esfuerzo de asociación y ciertas dosis de ingenio.

Somos muchos los españoles que tenemos en la Familia de Nazaret nuestro ejemplo y nuestras esperanzas. En una sociedad democrática, a la que queremos, no podemos imponer a nadie un conjunto de valores; del mismo modo que no podemos tolerar, bajo ningún concepto, que se estén pisoteando los nuestros.

Considero que conviene pararse a pensar y llegar a puntos de acuerdo sobre lo que la experiencia de miles de años nos dice a mujeres y a hombres de cualquier raza y creencia. Es hora de vital importancia porque lo que está llevando a cabo el actual gobierno español tiene una gran trascendencia social. Voy a abordar algunas cuestiones que están afectando nuclearmente a nuestros hijos y a nosotros mismos.

Una cosa es defender -como es lógico- que haya legítimas alternativas al matrimonio canónico y otra muy distinta es rebajar el matrimonio civil a un contrato rescindible unilateralmente, sin necesidad de alegar motivo, a los tres meses.

El propio Nietzsche, un filósofo anticristiano, definió al hombre como "el ser que es capaz de hacer promesas". El planteamiento socialista del matrimonio civil supone algo así como una desmembración de las paredes celulares en un organismo, lo que no hace más que iniciar un proceso de decaimiento vital de la sociedad.

La ley que pretende igualar las uniones homosexuales a los matrimonios va más allá. Se equiparan injustamente dos realidades completamente distintas. La unión natural entre hombre y mujer, abierta a la posibilidad de los hijos, y la unión de personas del mismo sexo. Otra cosa sería el regular formas de convivencia diversas al matrimonio, como ocurre en Francia con los llamados pactos de convivencia.

Vemos en esta legislación francesa una forma legal de diversas concepciones del convivir que no se equiparan, porque son distintas, al matrimonio. Alegar que negar el derecho a los homosexuales a contraer matrimonio es discriminatorio es algo así como decir que es discriminatorio para una plaza de toros que no se pueda jugar partidos de fútbol en ella. Conviene también recordar que el gobierno no ha iniciado una sola línea consistente de políticas familiares para un abrumador conjunto ciudadanos que se ven necesitados de ayuda; en un país que, sostenido por familias, no hace más que ignorar sus legítimos derechos.

Lo que realmente parece que se está queriendo atacar es a la familia en si misma porque se ve en ella una estructura opresora de la libertad y llena de aborrecibles hipotecas morales. Si se la respetara no se la pretendería igualar a cosas distintas a ella. Identificar la familia con las uniones homosexuales es similar a identificar puertas y ventanas: el mejor modo para suicidarse.

La filosofía de género oprime a la persona; porque la persona trasciende al género o a la especie. Si devalúo la familia, la persona está mucho más inerme ante el fluir del género, que depende directamente del estado. La filosofía de género es profundamente estatalista y reedita el espíritu de la colmena socialista.

Observamos una contradicción en la pasión por el género en la nueva ley de utilización de embriones humanos. Un embrión humano es, sin lugar a dudas, un individuo de la especie humana. Pero por amor al progreso del género se le niega su humanidad a los embriones-por cuyo estado hemos pasado todos- para utilizarlos como "estructuras biológicas" al servicio de la sociedad y, ya de paso, de los que consigan patentar y vender líneas celulares embrionarias.

Es de todos conocida la reiterada eficacia clínica de las terapias con células madre adultas, que no presentan ningún reparo ético, y la nula eficacia médica actual del uso de células embrionarias. Sobre las legislaciones que permiten la destrucción de embriones, Habbermass -nada sospechoso de confesionalismo católico- ha dicho que "afectan a nuestra auto-comprensión como especie".

Pienso que cuando se relativizan los linderos de la dignidad de la persona humana el género se descompone a sí mismo al entenderse al ser humano con un planteamiento exclusivamente materialista y utilitarista. Es lógico que los embriones humanos tengan el mismo tratamiento que los de un animal cuando el aborto sigue siendo práctica en alza y el Estado no sólo no asesora a las madres con problemas, sino que sigue fomentando este tipo de destrucción de vidas humanas.

Por otra parte vemos a líderes, también del Partido Popular, que se han gastado millones en proporcionar a menores -¡nuestras hijas!- la píldora del día después, con nuestros impuestos y sin nuestro conocimiento en ocasiones. Observamos, en fin, una sociedad española cada vez más anciana y paradójicamente más abortista. En breve comenzarán más de firme las bondades de la eutanasia.

Una última observación recae sobre la LOE, nueva ley de enseñanza. Además de reproducir a la LOGSE; de sonado, confirmado y estrepitoso fracaso, se introducen ahora intolerables ataques a la libertad de enseñanza. Un criterio de exclusiva territorialidad impide a los padres elegir el centro que prefieran para sus hijos.

También el Gobierno tendrá más capacidad para influir en el ideario de centros concertados. En definitiva: en vez de entender la enseñanza como un servicio a las familias, se concibe una educación de género dirigida doctrinalmente por el Estado.

Ante este panorama es de una grave responsabilidad reivindicar lo que es nuestro, mediante asociaciones, esfuerzo e ingenio. Si usted y yo nos dormimos en los laureles no podremos después lamentarnos de ver a nuestras hijas e hijos con serias dificultades -internas y externas- para sonreir y formar una familia; el último baluarte contra los tiranos.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=2921 el 2012-03-13 09:52:00